Todos los casos son diferentes, pero existen señales que la familia y la sociedad pueden detectar para prevenir el suicidio. No se recomienda invalidar los sentimientos de tristeza o dolor.
Siboney Pérez, representante de Psicólogos Sin Fronteras, aseguró en el programa Háblame Bajito que transmite Radio Fe y Alegría Noticias que aunque la tecnología, las redes sociales y las cámaras de los teléfonos celulares permiten amplificar las noticias sobre suicidios, siempre han existido.
“Cuando una persona llega a ese punto es porque han fallado todos sus mecanismos de adaptación a las exigencias o demandas de ambiente externo, cuando han fallado sus mecanismos de defensa psicológicos, cuando siente que no tiene recursos para luchar contra exigencias y demandas del entorno”, explicó.
“Lo que hay es soledad”, advirtió la especialista, agregando que es en ese momento cuando las personas deciden atentar contra su vida.
Por eso, se recomienda que las personas que sienten agobio, que sienten que pierden el sentido de la vida o que se sienten desesperanzados, busquen ayuda.
Un llamado desesperado
El camino al suicidio depende de cada persona, de su contexto y las alertas que envié a su entorno. Algunas personas planifican la acción con tiempo, pero otras atienen a “un llamado desesperado” y toman la decisión de forma abrupta.
En la decisión de las personas inciden múltiples factores, entre ellos los emocionales y psicológicos. Pero también las condiciones familiares o espirituales.
¿Se puede prevenir el suicidio?
La doctora considera que sí, que se puede trabajar en la prevención a través de la familia, los medios de comunicación y los entornos sociales, educativos y laborales.
Existen señales que las familias pueden detectar para intentar prevenir el suicidio. Por ejemplo, hay actitudes y acciones que pueden prender las alarmas.
Pueden ser señales de alerta cuando una persona cambia repentinamente su estado de ánimo, su rutina, cuando empieza a regalar sus cosas, cuando comienza a despedirse, cuando dice que se quiere morir.
También, cuando las personas dejan de comer o pierden los hábitos de higiene, reconoce Siboney Pérez.
Los grupos de jóvenes entre 15 y 29 años son vulnerables a conductas suicidas producto del bullying, las decepciones amorosas, si fue abusado sexualmente o expuesto en redes sociales.
Aunque no toda crisis emocional lleva a conductas suicidas, aseguró la psicóloga.
Factores protectores
Así como existen factores de riesgo, también existen los que salvan a las personas. La especialista explicó que puede ayudar la resiliencia, los soportes psicológicos, la buena gestión emocional, alto nivel de autoestima, sanos círculos sociales y apoyos familiares.
Es imperativo que los padres puedan tener diálogos fluidos con los hijos y que no normalicen el aislamiento.
Los suicidios en Venezuela
La doctora aclaró que no hay cifras oficiales, sin embargo, organizaciones de la sociedad civil detectaron un incremento de la tasa de suicidios después de la pandemia y por causas asociadas a la crisis económica.
Los jóvenes representan el grupo de mayor riesgo e incidencia, junto a los adultos mayores, que en su mayoría se sienten abandonados por la migración forzada.
La crisis prolongada afecta la salud mental de todos los venezolanos.
Escuche la entrevista que ofreció la psicóloga Siboney Pérez a la periodista Carlota Rojas:
El 10 de septiembre el mundo conmemora el Día Internacional para la Prevención del Suicidio.
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