Un nuevo derrame de crudo fue detectado por una comisión mixta de la Guardia Nacional Bolivariana y del Ministerio de Ecosocialismo en la localidad de Barbacoa, municipio Simón Bolívar, de Anzoátegui.
Según el parte oficial se trata de una fuga de nafta por la característica del pesado líquido el cual llegó hasta el río Capiricual.
La comisión ambiental practicó la toma de muestras e iniciarán contactos con Petróleos de Venezuela para determinar la procedencia del producto y que se inicien las investigaciones y correctivos correspondientes a fin de restaurar y sanear el área afectada.
Éste no sería el único incidente de este tipo registrado en la entidad. A pesar de no contar con una información detallada que especifique el número de derrames petroleros, voceros sindicales de trabajadores petroleros han alertado sobre el avanzado deterioro de los oleoductos y de los sistemas de tuberías petroleras de PDVSA.
El 9 de agosto de este año el presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Eudis Girot, reportó una fuga de crudo liviano en el poliducto 16, el cual llegó a abarcar aproximadamente 300 metros cuadrados de un terreno privado también ubicado en Barbacoa.
Recordando la tragedia de Guanta
Valer recordar el fatídico hecho ocurrido el 8 de junio de 2019, cuando los padres y su pequeña fallecieron en Guanta en las inmediaciones de la refinería El Chaure.
De acuerdo con la versión de los trabajadores de la planta de refinación, el hidrocarburo acumulado en la fosa de los tanques fue arrastrado por el agua de las lluvias hasta la carretera, el cual reaccionó a la caída de una guaya de alta tensión, generando la calcinación casi inmediata del vehículo y la joven familia a bordo.
La aún recordada tragedia de Guanta es una irrefutable evidencia del peligro latente que puede significar la imprudencia y la falta de protocolos de seguridad.
