Sociedades científicas venezolanas ya habían advertido tener cautela con la vacuna rusa

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Referencial

Este viernes 2 de octubre la vicepresidenta ejecutiva de la república anunciaba con bombos y platillos que Venezuela estaba recibiendo el primer lote de vacunas rusas Sputnik 5 para combatir el Coronavirus.

La noticia anunciada ha tenido eco en la sociedad venezolana. La mayoría de las reacciones en las redes sociales apuntar a ser reservados con la aplicación de la misma a la población sobre todo cuando el ministro de salud Carlos Alvarado informó que se ha seleccionado a 2 mil personas para los primeros ensayos clínicos.

Dicho de otra manera, la noticia que el gobierno quiere vender como un gran éxito aún falta por ser probada de forma masiva y segura.

En el anuncio gubernamental también se agregaba que Venezuela no solamente participará en los ensayos clínicos de la Sputnik-5, sino que también garantizará el suministro y la producción de esta vacuna en el país.

La OMS ha asegurado sobre la vacuna rusa contra la COVID-19 que “acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad“.

Dicho de otro modo, el máximo organismo de la salud en el mundo aún no le ha dado el visto bueno definitivo a estos ensayos de los rusos que confirmaron que podrían a disposición de varios países desde el pasado 11 de agosto.

En esa oportunidad el presidente Vladimir Putin decía que «por primera vez en el mundo, se ha registrado una vacuna contra el nuevo coronavirus. Sé que es bastante eficaz, que otorga una inmunidad duradera”.

Las preocupaciones de los científicos

Pero inmediatamente la comunidad científica mundial lanzaba sus advertencias basadas en tres preocupaciones que les levantaba los anuncios rusos.

El primero tenía que ver que si la vacuna no es segura o tiene efectos secundarios graves, podría generar un gran daño a las personas y cambiar sus vidas.

Segundo, si la vacuna no funciona, la gente podría moverse por el mundo con una falsa sensación de seguridad, lo que podría exacerbar la propagación de la enfermedad.

Y tercero, si ocurre alguna de esas cosas, existe un riesgo muy serio de que la desconfianza de las personas hacia las vacunas se dispare, lo que dificultará que los funcionarios de salud pública detengan futuros brotes de enfermedades.

En Venezuela a finales del mes de agosto científicos de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas y de la Alianza Venezolana por la Salud, emitieron un comunicado en conjunto en el que llamaban a tomar en cuenta algunas consideraciones de carácter científico y técnico que deberían cumplirse en estos ensayos que se desarrollarían en Venezuela.

En esa oportunidad los científicos escribieron que aunque apoyamos la iniciativa de participar en el esfuerzo global para el desarrollo de dichas vacunas, es necesario que las mismas se conduzcan de acuerdo con los más altos niveles científicos y éticos».

En cuanto a los ensayos en humanos de la vacuna advertían que se debía evaluar que los candidatos vacunales tenían que ser debidamente evaluados en pruebas preclínicas y de Fase 1 y 2.

Vale recordar que la vacuna rusa ha sido cuestionada porque fue registrada sin pasar por el crucial ensayo en Fase III.

Estos resultados, exhortaban los científicos y médicos, deben haber sido «publicados en revistas científicas arbitradas o al menos presentados en detalle a un Comité Científico Nacional integrado por expertos en virología, epidemiología, inmunología, vacunología y ciencias afines. Ese comité deberá juzgar la evidencia y decidir si existe suficiente justificación científica para proceder».

Igualmente opinaban que la urgencia para contribuir a la evaluación de una vacuna que pueda contribuir al control de la pandemia en nuestro país, no debe vulnerar los principios científicos y éticos internacionalmente aceptados y debe hacerse con la mayor transparencia y con el apoyo de la población venezolana y de su comunidad médica y científica”.

Pues, al parecer un poco más de un mes de estas recomendaciones desde el gobierno no se consideraron y ya se encuentra en el país el primer cargamento de la Sputnik 5.

Con información de Runrun.es