Luego de confirmar que se ha controlado la propagación del nuevo virus, el presidente Cyril Ramaphosa ha dicho que el país relajará aún más las restricciones de cierre a la medianoche del domingo 20 de septiembre, lo que permitirá que la economía vuelva a una actividad de alrededor del 95%.
Sudáfrica también reabrirá sus fronteras a los viajeros después de un cierre de casi seis meses, lo que permitirá la reanudación del turismo internacional.
Las máscaras seguirán siendo obligatorias en todos los espacios públicos.
Sudáfrica alcanzó su número máximo de casos a mediados de julio. Ahora, el país está experimentando una disminución sustancial de nuevos casos confirmados, muertes y hospitalizaciones.
El país de Nelson Mandela representa aproximadamente la mitad de los casos confirmados de virus en África con más de 650.000.
Abdool Karim, epidemiólogo y presidente del comité asesor de la COVID-19, dijo que la concentración de casos en Sudáfrica no se debe solo a un nivel mucho más alto de pruebas.
Él, al igual que otros expertos en salud en África, ha señalado que la población más joven del continente y los cierres tempranos dieron a las autoridades más tiempo para prepararse.
En cuanto a los ensayos con vacunas, Karim manifestó que Sudáfrica participa en tres ensayos clínicos internacionales de vacunas COVID-19.
Expresó su preocupación por «la interferencia política, la presión política para obtener una vacuna dentro de un período de tiempo establecido», como antes de las elecciones estadounidenses.
“La ciencia no puede apresurarse”, dijo. “La eficacia de una vacuna a menudo se exagera si solo se observan los resultados de las pruebas durante un período de tres meses o una prueba a corto plazo. A menudo, los resultados son diferentes durante un período de seis meses. Me gusta una prueba de un año completo, creo que ofrece mejores datos «.
Con información de AFP
