«Tenemos un desafío para reenganchar los niños a las aulas»

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Foto: Contrapunto.

El psicólogo y coordinador adjunto de Cecodap, Abel Saraiba, opinó que con la vuelta a las clases presenciales Venezuela tiene un desafío para reenganchar a los niños, niñas y adolescentes a las aulas, debido a que durante la pandemia se habrían desvinculado del sistema de educación.

En una entrevista concedida a Radio Fe y Alegría Noticias, Saraiba afirmó que el regreso a clases está caracterizado por muchas expectativas, porque los niños anhelan volver a las aulas, sin embargo, también es posible que esta aspiración esté acompañada de miedo y ansiedad para aquellos niños que no la pasaban bien en la escuela.

«Para estos niños el regreso a la escuela puede ser angustiante, pero por lo que hemos recorrido (desde Cecodap), la mayoría de los niños están emocionados de volver a clases presenciales», expresó Saraiba.

No obstante, consideró que uno de los problemas que enfrentarán los padres o representantes es la vuelta a una rutina que puede generar agotamiento o cansancio.

«El proceso de adaptación es uno de los elementos más sensibles porque tenemos casi dos años en pandemia que cambiaron la dinámica escolar. Ahora una rutina con horario representa un cambio importante, como todo cambio el ser humano necesita un proceso de adaptación», dijo.

Explicó que para establecer una rutina se necesita tiempo (estudios demuestran que un hábito se aprende entre 21 y 90 días), constancia y gradualidad. Este último se trata de no pretender que los niños se adapten rápido a la rutina. «No se debe hacer la rutina de un solo golpe porque sino los docentes y los padres se podrán frustrar».

La escuela para reducir la desigualdad

Saraiba mencionó que en este momento en Venezuela hay desigualdad respecto al acceso a Internet y dispositivos móviles.

Justamente en ese pensamiento coincide la educadora y coordinadora del programa Madres Promotoras de Paz de Fe y Alegría, Luisa Pernalete.

La coordinadora cree que la vuelta a clases juega un rol importante para reducir la desigualdad entre los estudiantes porque en las escuelas hay pupitres, una biblioteca, posiblemente una sala de computación y un maestro que le va a ayudar al niño, niña o adolescente, en su proceso de formación. Es un lugar donde todos son iguales y tienen las mismas herramientas para aprender.