Testimonio de un pemón sobre la crueldad en la cárcel de Tucupita (II)

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Foto: Radio Fe y Alegría Noticias.

Elvis Flores, un indígena pemón que vivió y vio la crueldad del pranato en el “Retén de Tucupita”, comparte su testimonio que muestra la injusticia humana.

La cárcel de Tucupita en el estado Delta Amacuro ya no forma parte de aquellos centros penitenciarios bajo “el control” del pranato en Venezuela.

Este sistema ha sido eliminado y cambiado por el control policial. El proceso de cambio dentro del Centro de Retención y Resguardo Policial de Guasina, pasó por un proceso que ahora permite mayor calma y respeto a los derechos humanos.

Eso sí, mucho antes del fin del pranato la vida era muy difícil, peligrosa, dolorosa y humillante. En fin, un infierno en la tierra.

Radio Fe y Alegría Noticias conoció uno de los pocos testimonios publicables dada la peligrosidad de los hechos, la crueldad de las acciones, además del aire de miedo que aún impera en el “Retén de Tucupita” pese a que los pranes ya no están.

El testimonio del indígena pemón Alvin Flores, recogido por Ka Ina Televisión, una televisora local de Tucupita, condensa parte de la historia oculta, cuyos detalles seguirán bajo la sombra del silencio.

El medio local informó que más 20 minutos de grabación fueron suprimidos para que sea publicable, digerible para los usuarios y conforme a las leyes venezolanas. “Era demasiado cruento”, asegura el medio.

Canibalismo y mucho más

Relatos increíbles como la ocurrencia de descuartizamientos y actos de canibalismo obligados por los líderes negativos del centro penitenciario. También amputaciones de dedos por no pagar la causa o disparos en manos y piernas por la misma razón. A eso se le suman torturas chinas y humillaciones.

La imposición de castigos inhumanos como pasar días enteros desnudos el sol, toletazos en la zona intermedia del cuerpo colgados al revés y otras torturas eran parte del cóctel de violencia en el “Retén de Tucupita”.

El pemón sobrevivió. Antes de irse quiso contar su testimonio. La publicación de su testimonio debió aguardar los días suficientes hasta estar seguros de que Elvis Flores ya no está en tierras de Delta Amacuro.

Ahora está bajo el cobijo de su familia, aquella que siempre lo esperó y creyó en su inocencia hasta el momento de su retorno. Y, lo más importante, sano luego de padecer tuberculosis.

Elvis Flores, también estudiante de Fe y Alegría

El retén policial de Guasina, llamado oficialmente Centro de Retención y Resguardo Policial de Guasina, estuvo al igual que las otras cárceles del país durante décadas bajo el control de los pranes.

El Instituto Radiofónico Fe y Alegría fue parte de este proceso de cambio, pues acompañó toda la transformación con la labor de inclusión educativa a los privados de libertad: pese a la complejidad de la vida carcelaria, abrió un centro de educación del cual formó parte un grupo importante de privados de libertad, entre ellos, Alvin Flores

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