Vendiendo «tetas», Daniel come dos veces al día

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Foto: Archivo.

Daniel Flores tiene 29 años de edad y vive junto a su mamá y hermana, en El Jobo de Tucupita. No posee un empleo fijo, pero aún así se las ingenia para ser el sustento de su familia.

El muchacho vende los helados caseros que popularmente se conocen como “tetas”, desde tempranas horas de la mañana; casi siempre sale sin desayunar. Casi nunca nadie en su casa desayuna. Pero él sale a vender para, al menos, comer en el almuerzo.

Daniel camina todos los días desde su casa hasta el mercado municipal de Tucupita, donde se dedica a la venta. Con el dinero en efectivo que logra reunir intenta comprar arroz, harina, queso, azúcar y pasta, además de los ingredientes para la elaboración de los helados.

«Esta venta me ha ayudado mucho, con eso compro lo necesario», cuenta. «Hay que trabajar mucho para poder comer».

Hace unos días compró un arroz y una harina de maíz, en 14 y 22 mil bolívares, respectivamente, que según él le alcanza para dos días, teniendo en cuenta que sólo alcanzan a comer dos veces en un día.

Daniel cree que «claro que se puede salir adelante». A pesar de todo, siempre habla con una voz esperanzadora.

Por Cristian Medina / Radio Fe y Alegría Noticias.