Tras pasar 22 días sin prestar el servicio de transporte público en Mérida, representantes del gremio realizaron una toma pacífica de la alcaldía del municipio Libertador.
Esta protesta fue para exigir a las autoridades municipales que solventen la diatriba relacionada con el ajuste del pasaje.
Con las unidades obstaculizando la vía de acceso a la municipalidad en plena avenida Urdaneta, los miembros del sindicato solicitaron al alcalde, Alcides Monsalve, que se reúna con los delegados de la organización.
Tras el espacio de protesta, el alcalde Monsalve decidió dialogar con los transportistas. Luego del periodo de conversación, se indicó que será el día viernes cuando se indica alguna resolución que sea emanada desde las autoridades nacionales.
El presidente de la línea La Otra Banda, Eladio Vergara, informó a Radio Fe y Alegría Noticias que ya tienen casi un mes dialogando con los entes regionales y municipales del estado, pero no han podido llegar a un acuerdo en torno al incremento de las tarifas urbana y suburbana.
Los trabajadores del volante solicitan pasar de 3 mil 500 bolívares a 10 mil bolívares en cuanto a la ruta corta; entre tanto, la tarifa fuera de la ciudad, que está actualmente en 8 mil bolívares, esperan que sea ajustada a 20 mil bolívares.
21 días de paro
El llamado paro técnico inició el pasado 23 de julio por parte del sindicato de transporte como medida de protesta luego de denunciar la retención de buses por parte de efectivos policiales tras comenzar a cobrar una nueva tarifa sin tener autorización.
Durante esta situación, la empresa del Estado Trolebús Mérida, C.A (Tromerca) presta el servicio de movilización en las rutas urbana y suburbana cobrando para el traslado más largo 5 mil bolívares.
A pesar de esto, las unidades son insuficientes ya que no todas las rutas cubren el recorrido habitual de líneas urbanas. Además, los pasajeros que viven en la vía no gozan del servicio.