Sectores conocidos como Arepita, El Rabito y Joina en la Troncal Caribe, son señalados por residentes de la Guajira venezolana como los lugares de mayor peligrosidad por la alta actividad delictiva.
Los grupos armados y delincuentes comunes actúan libremente porque no existen despliegues policiales, ni se aplican operativos como en tiempos anteriores, aseguran varios residentes de la Guajira venezolana.
Durante el último mes del año, el número de asesinatos por robo han aumentado, al punto que los habitantes de estas zonas fronterizas consideran que diciembre es sinónimo de inseguridad.
Las victimas más comunes son los conductores que pasan por la Troncal Caribe, pero también los transeúntes son presas fáciles para los atacantes que se desplazan en motocicletas.
“En estos últimos años, cientos de personas que cruzan la frontera pierden la vida en manos de vándalos”, afirmó uno de los residentes de estas localidades que prefirió mantenerse bajo anonimato.
Otras víctimas recurrentes de los delincuentes son los migrantes y aquellos que cruzan de forma constante la frontera para tratar de abastecerse en tierras colombianas.
Ellos instan a las autoridades policiales a contrarrestar los ataques con operativos y el despliegue constante de funcionarios de seguridad ciudadana.
