Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Martes 09 de enero de 2024
Por: Luisa Pernalete
Un buen maestro puede ser la diferencia
“Yo no aprendí a leer en primer grado. Mi papá siempre me decía que yo era bruta. Pero en segundo grado me tocó una maestra muy buena que me decía que yo no era bruta y que podía aprender a leer. Y lo logré. Me ayudó a creer en mí misma” Eso lo contó una madre en una reunión. Y es que un buen maestro puede ser la diferencia entre el éxito o fracaso, no solo en la educación de un estudiante, también lo puede ser para unos padres que tengan problemas con sus hijos, o para una comunidad necesitada de ciudadanía.
Ahora que se acerca el Día del Maestro, es un buen momento para reflexionar sobre las posibilidades que tenemos los educadores de ejercer nuestro liderazgo para el bien de nuestros alumnos, y de sus familias, y del entorno de la escuela. Es verdad que nuestra profesión está devaluada en esta sociedad, y no solo por los salarios más bajos de América Latina, también porque la educación formal se ha devaluado frente a las nuevas tecnologías, pero sigue siendo una oportunidad ser educador para hacer el bien por el país. ¿Nos atrevemos?
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.