Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Viernes 12 de enero de 2024
Por: Antonio Pérez Esclarín
Educación de calidad para todos y todas
La educación de calidad para todos, condición indispensable para la sana convivencia, la productividad y la prosperidad, debería ser la estrategia fundamental del Estado y de la sociedad para incorporar a todas las personas al quehacer de la vida pública. Las sociedades democráticas necesitan a todos sus ciudadanos y la vida democrática requiere de sujetos bien educados. El estado, que representa el interés común y ejerce un poder concedido por la sociedad, debe vigilar y garantizar que el derecho a la educación de calidad para todos y todas, se cumpla en términos de equidad, lo que implica compensar las desventajas de los más pobres para que las diferencias de origen no se conviertan en desigualdades y se reproduzca la pobre oferta educativa para los más pobres. Lamentablemente hoy el Estado no está cumpliendo con este deber tan esencial y ha descuidado la educación de los más pobres que no tienen educación o solo reciben migajas. Por eso necesitamos un Estado eficiente y eficaz en el cumplimiento de los derechos esenciales de todos, en especial de los que cuentan con menos posibilidades y poder. Estado ineficiente o que confunde deseos con realidades, proclama retóricas con hechos, cuyo principal objetivo parece ser mantenerse en el poder a cualquier precio, es una tragedia para todos, pero sobre todo para los más pobres.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.