Una Palabra Oportuna 3050

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Un espacio para caminar con Jesús

Tips para discernir la realidad
Lunes 05 de febrero de 2024

Por: Antonio Pérez Esclarín

Una buena autoestima supone aceptación

La autoestima es la valoración que una persona tiene de sí misma. Un adecuado nivel de autoestima es la base de la salud física, mental y espiritual una buena autoestima supone aceptación, aprecio y confianza en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida y también en nuestro derecho a triunfar y ser felices.

El valor de la autoestima radica no sólo en que nos permite sentirnos mejor, sino que nos permite vivir mejor responder a los desafíos y oportunidades con mayor ingenio y de forma más apropiada. Algunas veces la autoestima se confunde con ser jactancioso, fanfarrón o arrogante pero tales rasgos no reflejan gran autoestima sino una muy pequeña. Los autoritarios y los que se la pasan insultando y ofendiendo a los demás, tienen una muy baja autoestima. Atribuirse demasiada importancia no es fuerza sino debilidad. El egocentrismo es muy mal compañero y peor guía.

Las personas con alta autoestima no se comportan de una forma superior a los demás, no humillan, no ofenden ni desprecian a nadie. Su alegría se debe a ser como sol, no a creer que son mejores o superiores. De ahí que la autoestima supone la humildad de aceptarse en su verdad, humildad que es un extraordinario antídoto contra el orgullo neurótico con el que se protege y alimenta el ego y la ambición.

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.