Una Palabra Oportuna 3128

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Un espacio para caminar con Jesús

Espiritualidad

Viernes 15  de marzo de 2024

Por: Antonio Pérez Esclarín

Va contra los planes de Dios

La espiritualidad cristiana es inseparable de la liberación política. La situación de Venezuela, donde a las mayorías les cuesta cada vez más sobrevivir, va contra los planes de Dios, que quiere que todos tengan vida en abundancia. Los bienes y riquezas del país son para servir al bienestar de todos y nadie puede apropiarse de ellos y utilizarlos caprichosamente, como si fueran suyos. Los recursos deben ponerse al servicio de la justicia y del amor, reducir la fe y la espiritualidad a un asunto privado es robarle la fuerza liberadora al evangelio. El cristianismo, si quiere ser fiel a sus raíces y a su esencia, debe alejarse de esa religión descomprometida y de esa concepción de que la fe es meramente un asunto personal. El empeño mayor de Jesús, al que dedicó sus energías y por el que fue asesinado, era construir el Reino: un mundo fraternal que combatiera las políticas y estructuras que ocasionan sufrimiento y muerte. Como viene expresando con insistencia el Papa Francisco la fe auténtica, que nunca es cómoda e individualista, siempre implica un profundo deseo de combatir las estructuras injustas y opresivas y trabajar por una sociedad fraternal. Una fe sin obras es fe muerta, una religión de espalda a las necesidades del prójimo, no es una religión cristiana. Seguir hoy a Jesús en nuestro país implica un compromiso radical de combatir los ídolos de la muerte: autoritarismo, injusticia, violencia, represión, corrupción y trabajar para garantizar a todos vida abundante y digna.

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.