Una Palabra Oportuna 3456

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Un espacio para caminar con Jesús

Tips para discernir la realidad

Lunes 26 de agosto de 2024

Por: Antonio Pérez Esclarín

No hay  paz con persecución y violencia.

«No hay camino hacia la paz, la paz es el camino», decía Gandhi. A su vez, Martin Luther King, aseguraba que la paz no es solamente nuestro objetivo final sino también la única manera que lograremos los objetivos. Ambos apóstoles de la no violencia activa, nos advierten que será imposible llegar a la paz por el camino de la persecución y la violencia. Digámoslo sin titubeos, la agresión es signo de debilidad moral e intelectual y la violencia es la más triste e inhumana ausencia de pensamiento. Con violencia no se construye un país, se destruye, no construiremos paz ni convivencia sembrando el miedo, persiguiendo a los que piensan diferente y exigen pacíficamente, que se respete su voto y se cumpla la Constitución. La violencia deshumaniza al que la práctica y desata una lógica de violencia siempre mayor. Quien insulta, amenaza, persigue, golpea, mata, se denigra como persona y no puede contribuir a construir una sociedad más justa y más humana. Valiente no es el que ofende persigue domina a otros sino el que se domina a sí mismo y domina sus fuerzas agresivas y responde al mal con bien, a la mentira con verdad, a la intolerancia con respeto, al odio con amor, a la venganza con perdón. Como decía Mandela: «Dominar y destruir es muy fácil, son héroes los que construyen y trabajan por la paz.»

Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.