Un espacio para caminar con Jesús
Oración de la mañana
Viernes 30 de agosto de 2024
Por: Mireya Escalante
Buscar y reconocer
(Mateo 13, 44-46)
En la Palabra de hoy, encuentro coincidencias entre el tesoro y la perla, ambos se encuentran en el fondo, enterrados, no resulta evidente encontrarlos, implica dos cosas: buscarlos y tener ojo para saber que eso que encontramos es bueno.
El buscar es una actitud permanente para el que quiere ser discípulo, no se puede tirar la toalla, siempre hay que ir escudriñando, husmeando para ver si damos con el Reino de los cielos, que se nos hace el escurridizo. A veces sabemos de qué trata y otras no acabamos de entender, no es tan evidente.
Lo que sí es cierto es que, cuando lo descubrimos, no dudamos, nos da una certeza y seguridad, que nos impulsa a despojarnos de todo por él y nos llenamos de una alegría profunda.
¿Cómo desarrollamos esa experticia para saber si realmente esa perla es buena o el tesoro no es bagatela? Ese «ojo de buen cubero» lo vamos desarrollando con la práctica de examinar, preguntarnos cada día si en lo que encontramos ¿hay amor?, ¿cuál es la fuente de ese amor? Eso nos permitirá distinguir lo que es puro de lo que es basura.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.