Un espacio para caminar con Jesús
Oración de la mañana
Sábado 23 de noviembre de 2024
Por: Mireya Escalante
Condición del discípulo (Lucas 20, 27-40)
La Palabra nos recuerda algo muy importante, Dios es un Dios de vivos. No está en la muerte, ni en lo que mata.
A veces, dudamos en saber lo que Dios quiere de nosotros, esta revelación nos ayudará.
Lo que voy a hacer o escoger, trae de alguna manera muerte a mí o a los que me rodean, o a los que están un poco más lejos…
Hay muchas formas de muerte, mato con la ofensa, mato con la envidia, mato cuando ignoro al otro y lo trato como un objeto, quitándole la categoría de humanidad.
Mato también cuando callo, por evitar problemas, aunque con eso contribuya a que se instale la injusticia.
Por otro lado, hemos experimentado la vida, cuando soy agradecido. Cuando soy capaz de prestar mis oídos a otro o simplemente acompañarlo en sus malos momentos, allí siembro vida.
Cuando soy capaz de desapegarme de tantas cosas que me impiden caminar ligero por el camino del Reino, estoy dando vida y evitando mi propia muerte.
Basta preguntarnos ¿doy vida o contribuyo en algo a la muerte del otro? Esa es la clave para ser sus discípulos.
Con Tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
