Actitudes. Miércoles 14 de abril de 2021.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Modernidad líquida vs valores esenciales
Hoy se ha acuñado el término de “modernidad líquida”, para reflejar los tiempos que vivimos caracterizados por la incertidumbre, la fluidez, el cambio continuo y el relativismo de valores. Las estructuras fijas e inmutables propias de la modernidad sólida, desaparecen y fluyen.
Hay miedo a fijar algo para siempre, de ahí la necesidad de una educación que promueva el pensamiento crítico y autocrítico, el desarrollo de habilidades comunicativas y creativas, y sobre todo, la formación sólida en los valores humanos esenciales, que permitan a cada persona vivir con autenticidad y trabajar por una convivencia armónica y solidaria entre todos y con la naturaleza.
En la tempestad hay que permanecer, tener coraje. Permanecer en los compromisos adquiridos, en los pasos que buscan abrir caminos nuevos, permanecer en las luchas por defender los derechos humanos, en la denuncia de todo lo que atenta contra la vida, permanecer junto a los descartados y excluidos, permanecer en la misericordia entrañable, permanecer en la convicción de que es posible otro mundo, permanecer anclados en la fidelidad a Jesús y su evangelio.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
