Una Palabra Oportuna No. 1203

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palabra

Oración de la mañana. Domingo 04 de julio de 2021.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en camino de conversión

 Señor Jesús, es domingo y nos acercamos a la sinagoga, te seguimos y te vemos pasar.  Eres el Dios encarnado en la sencillez y la humildad de la vida en un pueblo insignificante. Un Dios que se puede manifestar también en la “suave brisa” de los días ordinarios vividos con mucho amor. El Cristo que pasa por la vida “como uno más, como uno cualquiera” un Dios que “trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre…en todo semejante a nosotros excepto en el pecado”  

Un Jesús maravilloso que “se cansa, tiene hambre y sed”, “llora por la muerte del amigo”. Experimenta miedo y  angustia, y siente necesidad de acudir a su Padre. Este es el Dios que necesitamos: uno de los nuestros, que entiende de trabajos, sufrimientos,  porque “él mismo los ha vivido, los ha experimentado”.  Es nuestro hermano, bueno, misericordioso, cercano. Tu gente en Nazareth no descubrieron en ti a un enviado del cielo. Juzgaron tu familia, tu oficio de carpintero.

No has estudiado en ninguna escuela rabínica. No te has dedicado a explicar la ley. No te preocupan las discusiones doctrinales. No te interesan los ritos del templo. Te ven como un maestro que enseña a entender y vivir la vida de manera diferente. En nuestro café de este domingo para comprender este gran misterio entramos en contacto contigo, desde nuestro interior. Dejamos que nos enseñes la alegría de vivir, la compasión,  el coraje de trabajar para ayudar a crear un mundo más justo. Permitimos que nos enseñes a vivir en la presencia de Dios.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.