Una Palabra Oportuna No. 1285

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Interioridad. Viernes 13 de agosto de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

Perdón y justicia

El amor al prójimo que nos pide Jesús impulsa la mansedumbre, al perdón, al amor incluso al enemigo y opresor. Pero a la vez impulsa a oponerse con vigor a la injusticia, a luchar con todas las fuerzas contra conductas y políticas económicas, sociales y culturales que causan miseria y muerte.

La opción por los pobres y oprimidos se convierte en oposición tenaz contra los que causan la pobreza y la injusticia.

Perdonar no es minimizar los hechos diciendo que no importan, no es tampoco renunciar a que se haga justicia. El perdón y la justicia pueden y deben andar juntos. Si los corruptos son perdonados sin más, si los que abusan y ofenden son perdonados sin más, si los asesinos y torturadores son perdonados sin más, la sociedad canoniza a sus mismos destructores, deja inermes a las personas y se destruye a sí misma.

El perdón no es un salvoconducto para obrar mal ni significa que el hecho no tenga importancia. Perdonar es salir de la cadena de la violencia e inventarse una nueva relación con las personas que han causado o causan daño, lo que significa tratar de impedir que sigan haciéndolo.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.