Oración de la mañana. Lunes 30 de agosto de 2021.
Por Mireya Escalante.
Tenemos la ruta (Lucas 4, 16-30)
Cuando Jesús hace la lectura del libro de Isaías, cae en cuenta que el Espíritu de su Padre está sobre Él y es el escogido para dar la buena noticia, para liberar, para iluminar…
Al hacer la lectura para nosotros, nos tenemos que preguntar, ¿creemos o no, que luego de su muerte en cruz, nos dejó su Espíritu? Si la respuesta es afirmativa, entonces esta lectura también nos implica.
Hemos sido escogidos por Dios para llevar la Buena Noticia a los pobres… ¿quiénes son? ¿Qué buena nueva le vamos a llevar?
Desde el hermano que sufrió los avatares de la naturaleza, hasta ese vecino solo que está deprimido.
¿A cuáles cautivos, nosotros vamos a liberar? Empecemos a mirar con detenimiento las cosas que amarran al otro, que no les permiten estar libres: el egoísmo, presiones sociales, el tiempo, hasta simples detalles de la vida que atan como si fueran grandes cadenas. Nuestra función será romper esas ataduras…
El camino está trazado, Él lo inició, nos toca continuarlo, puede ser que algunos se indignen y hasta amenacen, pero si creemos que está con nosotros nos ayudará a abrirnos paso por la vida.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
