Oración de la mañana. Viernes 10 de septiembre de 2021.
Por Mireya Escalante
No ver pelusas! Lc 6,39-42
En la palabra de hoy, me ha resonado mucho la pregunta: ¿Por qué te fijas en la pelusa que está en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en el tuyo? ¿Por qué? ¿Por qué hay personas que no se fijan en pelusas? No las ven. Uno se ha encontrado con gente así. Pensé en Jesús, que nunca vio en el otro nada malo, ni en Mateo, ni en Magdalena, ni en el mismo Judas…
También nos dice la lectura, que el discípulo debe instruirse… Él, es el que nos enseña a ver así. Es un ver diferente con otra luz. Porque son corazones que han probado el inmenso Amor gratuito de Dios, ven distinto y dejan de ver la pelusa y la viga en el otro, hasta hacer que desaparezca. Ese es un discípulo que se ha instruido y sabe guiarnos para no caer.
Entendí que para no ver las pelusas de los otros, tenemos que experimentar la gratuidad de su Amor. Eso es lo que disuelve todo impedimento, como la viga, para ver claro el camino y poder guiar a otro.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.