Oración de la noche. Domingo 10 de octubre de 2021.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre de todos los seres humanos, en esta noche dominical acudo a ti para volver a mi centro que eres tú. Me mueve el deseo de seguir la voz de tu espíritu y no buscarme a mí. Quiero entrar en contacto personal contigo y captar tu modo de actuar de manera velada en mi vida, descubrirla de manera silenciosa allí donde menos me lo imagino. Cierro mis ojos para dedicar unos segundos a ello.
¡Señor, abre mi mente y mi corazón a tu presencia! Ahora quiero dejarme iluminar por tu palabra que hoy me interpela y me lleva a preguntarte, como el joven rico: ¿qué he de hacer para alcanzar la vida verdadera? Bien sabes que a veces, Señor, vivo en la mentira, en la pantalla y que mi corazón anhela la vida verdadera. Agradezco por la gente a mi alrededor que percibo que vive su vida verdadera, aquellos que ya lo están viviendo…en silencio agradezco por ellos, sea uno o cien…
Paso a pedirte por la gente que anhela como yo encontrar en ti esa vida verdadera y pone los medios para hacerlo. Cumplir los mandamientos pero no solo eso, sino también dar todo a los pobres y luego seguirte. Te pido por las veces que no estoy a la altura de ese llamamiento…
Pido la bendición a María diciendo, Dulce corazón de María, sé la salvación del alma mía.
Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.