Oración de la noche. Domingo 24 de octubre de 2021.
Por José Francisco Aranguren, SJ
Padre amoroso, llega el final de la semana y es menester hacer acopio de lo vivido. Me mueve el deseo de servirte a ti y no de buscarme a mí. Por eso hago silencio, me relajo y oigo la voz de mi corazón en donde palpita tu espíritu vivificador.
Llegan a mi mente los momentos especiales vividos durante la semana, revivo los encuentros con personas, los reencuentros y la misma rutina…te agradezco porque a través de ellos te me has hecho presente. Quiero vivir más en sintonía contigo. Hago un breve silencio para agradecer con el latir de mi corazón…
Ahora Señor, abro mis oídos a escuchar tu palabra y acogerla desde el corazón. Me invitas a apostar por el encuentro con Jesús, como Bartimeo. A ponerme en el camino por el cual él pasará. Sin embargo a veces estoy en el camino mandando callar a los pobres, haciéndome el loco, ignorando su existencia. Creo que de ese modo lo logro. Te pido perdón por ello y también por todas las personas que se montan un mundo paralelo para acallar la voz de los que sufren a su alrededor. Pido en silencio…
Señor, que esta semana sea para apostar y para acercar a otros al camino de tu hijo.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.