Oración de la mañana. Sábado 30 de octubre de 2021.
Por Mireya Escalante.
¿Sabemos ser humildes? (Lc 14,1.7-11)
La Palabra de hoy encierra una gran lección: “el que se engrandece será humillado”. Sentencia que podemos ver claramente cuando se trata de otros. Ahora mismo podemos ver cuán humillado pudo sentirse ese hombre de manos esposadas y mono naranja, el que se sentía grande al recorrer el mundo en su propio avión. Su grandeza fue de dinero, producto de la necesidad de muchos.
La contraparte es que «el que se humilla será engrandecido». Y ahí vemos cómo un profesional de la medicina, el Dr José Gregorio, que se dedicó a hacer el bien hoy es nuestro más grande amigo elevado a los altares.
Pero tal vez en el intermedio de estas dos figuras estoy yo, estás tú. ¿Hacia dónde se inclina la balanza?
Humildad, viene de humus, tierra. Todos somos de la misma tierra, todos somos iguales, nadie está por encima de otro. Significa reconocer nuestra pequeñez ante el misterio insondable de Dios. Humilde fue Jesús, que se bajó hacia nosotros para enseñarnos a vivir como hombres. Eso, ¿lo reflejamos con nuestra vida? Al tratar al otro como hermano, me hago más hija de ese Dios Papá.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
