Espiritualidad, Jueves 30 de septiembre de 2021.
Por Mons. José Luis Azuaje. Narra Alexander Medina.
Un llamado del Espíritu
El deseo de ser bueno y hacer el bien es un llamado del Espíritu:
A cada venezolano para que entendamos que el cambio comienza en cada uno de nosotros, que la corresponsabilidad y la participación obran desde lo pequeño las grandes transformaciones.
A cada bautizado para que, a ejemplo de nuestro beato, sintamos el llamado de construir condiciones de vida en medio de la adversidad con la convicción de “vencer el mal a fuerza de Bien” (Rom 12,21).
A cada comunidad y organización social para que nos articulemos con otras organizaciones constituyendo redes de solidaridad que se transformen en una fuerza social por la vida.
A los gobernantes para que entiendan que la idolatría del poder sacrifica los destinos del país y deja en el camino muchas víctimas inocentes.
A la oposición política, para que se esfuercen en construir una alternativa viable, consensuada y soberana donde los destinos del país y las condiciones de vida de nuestro pueblo estén en el centro.
A los empresarios para que ante la adversidad asuman como misión la responsabilidad social y apuesten por el progreso de nuestro país, poniendo todos los medios para negociar y reactivar la economía.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.