Una Palabra Oportuna No. 1385

21
palabra

Oración de la mañana. Domingo 31 de octubre de 2021.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en camino de conversión

Señor Jesús, este domingo como cada mañana, al estrenar el día, «despiertas mi oído para que escuche como un discípulo’. Tu Espíritu habla también hoy a la Iglesia, invitándola a la renovación y a la fidelidad. Nos animan tus palabras, porque las pronuncias en el fondo del corazón empujándonos siempre hacia el bien y el amor. Allí en el corazón resuenan muchísimas voces. Algunas de ellas encienden los bajos instintos: el dejarnos llevar por lo que hace todo el mundo, el no complicarnos la vida…Junto a ellos también está tu voz: «El Señor, nuestro Dios, es solamente uno… amarás».

Al único Dios lo reconocemos porque nos saca de la tierra de la esclavitud para darnos la libertad. A este único Dios le mueve el clamor del pobre, del necesitado, del frágil, del que sufre, del más pequeño. Los otros dioses, silencian, sólo dejan oír la voz del egoísmo. Este único Dios quiere hacer de nosotros un gran pueblo, una  comunidad de hermanos, y solo nos ofrece una Ley importante: la Ley del amor, con ella, buscas hacernos personas grandes y fraternas, tendremos un corazón enorme lleno de amor. Escuchar es el camino para poder amar: escuchar con atención las palabras, los gestos, los sentimientos, la situación vital.

Escuchar dejando que me afecte lo que escucho, que me toque por dentro…para discernir, acompañar y caminar juntos. Escuchar, como María, guardando la Palabra en el corazón, comprendiendo y amando. «Escuchar la melodía de Dios en la vida, y no limitarnos a abrir los oídos, sino abrir el corazón. Y es que, quien canta con el corazón abierto toca el misterio de Dios, incluso sin darse cuenta. Un misterio que es, en definitiva, el amor que despliega su maravilloso, pleno y único sonido en ti Señor Jesús,  te pedimos nos afines el oído y nos dirijas para interpretar y cantar juntos la partitura del Amor.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.