Tips para discernir la realidad. Viernes 01 de octubre de 2021.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Rescatemos la dignidad del educador
Pretender una buena educación sin los docentes, es una ilusión. Todos los estudios indican que en ellos reside la clave de la calidad de la educación. Cuando la profesión docente se hace atractiva y los mejores estudiantes se inscriben en ella, cuando son reconocidos y remunerados adecuadamente de acuerdo a la importancia de su labor, la calidad de la educación sube.
Cuando los docentes son maltratados, la educación apenas sobrevive o colapsa. Junto a la debida valoración y remuneración, hay que crear una nueva cultura educativa en los docentes, que cultive la dignidad y el orgullo de su profesión y la motivación de su vocación a construir la sociedad del futuro.
Los educadores deben concebirse no como meros dadores clases o impartidores de conocimientos, sino como los constructores de una nueva humanidad. Educar es humanizar, es formar personas plenas y ciudadanos responsables y solidarios, lo cual exige a los educadores no sólo una adecuada y profunda formación, sino compromiso y vocación de servicio.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.