Oración de la mañana. Sábado 20 de noviembre de 2021.
Por Mireya Escalante.
Dios de la vida (Lucas 20, 27-40)
“Nuestro Dios, no es Dios de muertos, si no de vivos”, sentencia la palabra de hoy.
Es una frase cargada de esperanza, solo donde hay vida y abundante, está Dios. No en la oscuridad y muerte, tanto la que vivimos, como las que con nuestras acciones, se pudieran provocar.
Es una ayuda para encontrar a Dios en todas las cosas vivas: en la belleza de la naturaleza, la alegría de una sonrisa, el resultado de una buena acción…
No está nunca en el hambre, en el dolor, en la enfermedad, que son como pequeñas muertes.
Pero es el Dios de los vivos, no de esos personajes que conocemos o somos que llamamos los rolos de vivos, esos que están cazando la oportunidad de pisar al otro, buscando beneficios personales, así sea de la forma más disimulada. Ese tipo de vivos, abundan y los vemos muchas veces disfrazados de corderos. Son los que suelen transitar por los caminos verdes, que resultan muchas veces demasiado atractivos para los que tenemos que estar en “modo subsistencia” la mayor parte de las veces.
Cuidémonos, estemos atentos, porque ahí no está Dios.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
