Oración de la mañana. Viernes 25 de marzo de 2022.
Por Mireya Escalante.
La grandeza de María. Lucas 1, 26-38
Leer la Anunciación en tiempo de Cuaresma, ayuda a comprender la grandeza de María al ir haciendo la voluntad de Dios.
Unos treinta y tantos años atrás el Ángel le anuncia que estaba embarazada y le dice: “tu hijo será llamado Hijo del Altísimo, le darán el trono de David”.
Imaginemos a una María al pie de la Cruz, recordando esas palabras, hijo de Dios, cuando algunos le gritaban blasfemo y lo condenan a muerte….
Le darán el trono de David, y ella ve los maderos a los que cruelmente fue clavado.
Su respuesta al Ángel, cuando el anuncio, fue: «he aquí la esclava del Señor.» Lo que cumplió toda su vida… y junto a su hijo asesinado, vuelve a repetir su promesa. Sin entender nada, solo confiando en Dios, sabía que su hijo era grande, mientras lo veía y acariciaba estando en su regazo, al bajarlo de la Cruz.
Entendió, cuando creía que iba a visitarlo en la tumba y lo vio ¡vivo!
¡Está vivo! Reviviría el anuncio del Ángel y comprendió lo que le dijo: el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.