Una Palabra Oportuna No. 1765

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Oración de la mañana. Domingo 08 de mayo de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra  Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en el Domingo del Buen Pastor, Día de la Madre

Señor Jesús, “la oración es preciosa si alimenta una entrega cotidiana de amor”. Nuestro café de este cuarto domingo de Pascua se impregna del aroma más entrañable de amor que podamos encontrar en esta tierra. El sabor de tu entrega y cuidado de Buen Pastor manifestado en los gestos sencillos y cotidianos de nuestras madres, quienes con generosidad van acompañando nuestro caminar, especialmente en los tiempos más difíciles de nuestra vida. Nacemos de nuevo cuando somos conscientes de que nos habita un amor más grande que nuestro corazón, cuando prestamos atención a tu presencia amorosa.

En la fidelidad y ternura del buen Pastor está la dignidad y belleza de todo ser humano. Escuchando y siguiendo tu voz nadie está perdido. Gracias, por compartir tu vida resucitada con nosotros, la das por las ovejas, acoges en tu corazón a los pequeños, buscas nuestra felicidad, pones amor donde no lo hay, nos acompañas en las cañadas oscuras. Siempre estás dando vida, como un manantial de amor inagotable. Nos conoces, te interesan nuestras frágiles vidas. Tratar a cada persona, cuidar y curar las heridas de los que están en las orillas, es la mejor manera de decir que conocemos al Pastor.

Te suplicamos ven, busca a esta oveja perdida. Deja las noventa y nueve, búscame, estoy lejos de casa. Me amenazan los lobos. Encuéntrame, acógeme, llévame en brazos, sobre tus huellas. Ven Tú mismo. Habrá liberación en la tierra  y alegría en el cielo.  Eres el Buen Pastor y nosotros tus ovejas. Nos llamas por nuestro nombre, nos llevas tatuados en tu corazón. Nos conduces a fuentes de agua y a prados de hierba fresca: con tu Palabra y tu Cuerpo. Encontramos en tus manos el descanso y la defensa. Nadie podrá con nosotros, si nos aprietas con fuerza.

 En nuestras noches de dudas enciendes miles de estrellas. Aunque fallemos, cumples siempre tus promesas, Pastor bueno del rebaño de la Iglesia.  Escucharemos tu voz y seguiremos tus huellas. A María Madre del Buen Pastor confiamos a nuestros Pastores y a nuestras Madres.

Dales tu amor y gracia que eso les basta. Amén. PAZ Y BIEN.

 ¡¡¡Feliz día de la Madre y del Buen Pastor!!!

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.