Una Palabra Oportuna No. 1807

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palabra

Oración de la mañana. Domingo 29 de mayo de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en el Domingo de la Asención

Señor Jesús, florece la espiga, si el grano de trigo muere. En tu Ascensión encarnas el destino, que el Padre, reserva a todos sus hijos. Colamos el café del domingo, nos encontramos en Galilea, compartimos tu último gesto: vuelves al Padre levantando tus manos y bendiciendo. Te interesa que llegue a todos los pueblos el anuncio del perdón y la misericordia de Dios. Que  escuchen tu llamada a la conversión. Nadie ha de sentirse perdido, sin esperanza; deben saber que Dios comprende y ama a sus hijos.

Somos portadores de tu bendición. La tarea es ser testigos de la Bondad de Dios, mantener viva la esperanza, no rendirnos ante el poder del mal. Sentirnos testigos y profetas, con la fuerza del Espíritu cumplir tu envío: “Marchar por el mundo entero y hacer discípulos”. Somos tus manos, ojos, oídos, lengua y corazón; siempre dispuestos a amar y servir. Este mundo no está perdido, lo miras con ternura y compasión.

Hoy es posible, hacer el bien, trabajar por construir y hacer posible tu Reino. Ser más solidarios, justos, misericordiosos. Nuestra primera misión es promover una “pastoral de la bondad”. Comunicar la experiencia de un Dios bueno y contagiar su estilo de vida trabajando juntos por una humanidad mejor. Nos conoces bien somos débiles y cobardes. ¿Dónde encontraremos la audacia para ser testigos? En la “fuerza de lo alto”. El Espíritu de Dios la dará. Así despertaremos en las gentes como lo hiciste en Galilea y dejaremos de mirar solo al cielo, levantarnos, caminar y hacer crecer el Reino.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.