Actitudes. Martes 07 de junio de 2022.
Por Luisa Pernalete
El respeto mutuo es la base
En Fe y Alegría, eso que los creyentes llamamos “la construcción del Reino de Dios”, no se trata de tumbar injusticias y faltas de respeto, para que surjan nuevas injusticias y nuevos irrespetuosos. Se trata de construir fraternidad, solidaridad, de valorar al otro, de aceptar las diferencias, no como un problema, sino incluso como una riqueza.
Esto hay que trabajarlo en el hogar, en la escuela, en la comunidad. Todos tenemos derecho a ser bien tratados, y el deber de tratar bien. El respeto mutuo supone que cada quien valora al otro, que merece nuestro saludo, la cortesía. Supone que estamos conscientes de que mis derechos no pueden vulnerar el derecho del otro, y tampoco el otro, ya sea de la familia, un compañero en la escuela, un compañero de trabajo, un vecino, tampoco puede vulnerar mis derechos.
Dicho en términos cristianos: amar al otro como yo me amo a mí mismo. Entonces conviene desarrollar tanto en el hogar como en la escuela, la empatía, poder ponernos en el puesto del otro, ¿cómo me sentiría yo si…? ¿Cómo me gustaría que me trataran si…? Es un trabajo de todos los días, y si lo hacemos, seremos más felices.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.