Oración de la mañana. Miércoles 06 de julio de 2022.
Por Mireya Escalante.
Nos pide ayuda (Mateo 9, 32-38)
Al leer la Palabra de hoy, siento una enorme semejanza con nuestro tiempo. Nos dice que Jesús, al ver a las muchedumbres, se compadecía por ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor.
Nos sigue viendo así, porque así estamos.
Maltratados… abatidos…
Jesús se compadece, padece con nosotros. Y nos da la clave para revertir esa situación: hay que ir por los caminos, como Él, sembrando esperanza, anunciando su Reino.
Nos hace ver que la cosecha es abundante, lo cual implica alegría, pero… señala que los trabajadores son pocos.
¡Nos está pidiendo ayuda! ¿Seremos capaces de negarnos?
Necesita de nuestras manos, de nuestra cabeza, de nuestro corazón. No podemos quedar impasibles ante ese llamado.
Mira a tu alrededor, observa un poquito y empezarás a ver lo que tienes que hacer, empezarás a sentirte parte de su grupo.
Sin prácticamente salir de tu entorno, está ese abatido o maltratado. En el compañero de oficina que sufre, al pensar en cómo arreglar esos aparatos dañados de su casa. O esa mujer que sufre en soledad, requiriendo de un abrazo cariñoso, para sentirse de nuevo un ser humano.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
