Oración de la mañana. Viernes 08 de julio de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Marco Vinicio Martínez
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, nos envías como ovejas en medio de lobos. Estas palabras solo se pueden entender a la luz de los profetas. “Entonces, el lobo y el cordero irán juntos… un niño jugará en la hura del áspid”. Todo lo salvaje del hombre será domesticado por la fuerza del amor. El bien se apoderará del mal. La vida será un juego bonito donde nadie sospechará de nadie; ni se sentirá extraño ni peregrino; todos se sentirán amigos y hermanos; todos se darán las manos en una maravillosa danza de amor y así con las manos enlazadas, nadie tendrá ya las manos libres para hacer el mal y estando las manos enlazadas, ya no quedarán manos pidiendo una limosna. Cuando se comparte, aunque sea poco, llega a todos.
Estas palabras del Evangelio nos hacen comprender que, en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida. Para acogerte verdaderamente en nuestra existencia y prolongar la alegría, el camino es precisamente el que indica este Evangelio. Es decir, testimoniar tu presencia en la humildad, el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente. No todos los cristianos estamos llamados a derramar la propia sangre, si se nos pide que seamos coherentes en cada circunstancia con la fe que profesamos.
Es la coherencia cristiana, una gracia que debemos pedir todos los días; ser creadores, alegres, personas llenas de ilusión y esperanza. Ser coherentes es vivir como cristianos. Hoy necesitamos profetas que anuncien con sus palabras y el testimonio de su vida, que un mundo nuevo es posible; que vale la pena luchar por un mundo más humano, más unido. Que todavía caben las utopías y aún nos es lícito reír, cantar y soñar.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.