Una Palabra Oportuna No. 1906

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Oración de la noche. Domingo 17 de julio de 2022

Por José Francisco Aranguren SJ.

Padre bueno, hoy hemos celebrado el día del niño y tu palabra nos ha puesto delante el ser realmente tus discípulos, de los que oyen al maestro. Vengo ante ti con ese trasfondo, busco tu presencia en este rato para cerrar mi semana contigo.

Al ver lo vivido en mi semana, veo que Tú te me has hecho el encontradizo, me has salido al encuentro en aquella oportunidad para consolar, para oír, para aconsejar. Tu rostro se me ha transparentado también en el amigo que me ha oído y en las personas con las que he tratado. Por eso, ahora me detengo por unos segundos a degustar ese encuentro. Hago silencio por unos segundos…

Quiero pedirte perdón por los momentos de esta semana en los que no he percibido tu presencia. A ratos, pensaba que no podrías estar en lo que no me caía bien, en lo que, incluso, me molestaba. Pero ahora descubro que allí estabas, dispuesto a darme vida, a señalarme el camino y yo, en mi terquedad no lo vi. Te pido perdón por ello.

Tu palabra siempre generosa y desafiante me invita a escuchar a tu hijo, por eso me pregunto: ¿esta semana te he oído? ¿He estado atento a tu espíritu? Me lo respondo en silencio.

Renuevo mi compromiso contigo y con el mundo que me rodea. Dame tu amor y tu gracia que esto me basta. Amén.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.