Una Palabra Oportuna No. 1919

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Oración de la mañana. Domingo 24 de julio de 2022.

Por Herlinda Gamboa y voz de Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en camino de conversión

Señor Jesús, en nuestro café de este domingo saboreamos la profundidad de la oración que nos enseñas. Disfrutamos cada una de tus palabras. Eres el maestro de la oración y nos das un modelo. Tu relación con el Padre es el corazón de tu vida y ministerio. Contigo suplicamos que venga tu Reino y que nos des lo necesario en nuestras vidas y relaciones.

Vivimos en un mundo de muchos reinos, donde hay desigualdad en el compartir de recursos, mientras oramos por la venida del Reino de justicia, amor y paz. Necesitamos un corazón generoso, un espíritu perdonador y la luz de tu bondad para compartirla con todos. Oramos para que podamos amar y servir en tu mismo Espíritu, lo que nos muestra y desea para nosotros.

En tu presencia iniciamos la plegaria, te ofrecemos este rato de encuentro, silencio y escucha. Con los discípulos nos acercamos para pedirte: Enséñanos a rezar al Padre, que está en el cielo. Sabemos que Dios es un Padre bueno que quiere mucho a sus hijos y complace sus deseos. Atendemos tu enseñanza: ustedes, oren así: Padre nuestro, hágase tu voluntad. Venga a nosotros tu Reino. Danos salud y trabajo para ganar el sustento. Que compartamos tu pan como buenos compañeros.

Perdona nuestras ofensas, nuestros fallos y defectos, como nosotros perdonamos. Esta hermosa petición de uno de tus discípulos: “Señor, enséñanos a rezar”.  me invita a reflexionar y agradecer…¿Quién me enseñó a rezar? ¿He enseñado a alguien a rezar?

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.