Una Palabra Oportuna No. 1935

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Oración de la mañana. Lunes 01 de agosto de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza

Señor Jesús, te apartas a un lugar solitario ante la muerte de Juan Bautista, es tu primera respuesta. Necesitas un tiempo en soledad a pesar de que esperaban los que te seguían. Eres capaz de cambiar para enfrentar sus necesidades. Tu corazón se compadeció.  Agradecemos por tantos en la Iglesia que ayudan a otros en tu nombre y que continúan expresando compasión y cuidado por un mundo necesitado.

Este milagro es el lazo con la Eucaristía. Nos detenemos a profundizar en cada uno de los verbos: tomando los panes y los peces, miras al cielo, los bendices y partes, y se los das a sus discípulos, son los mismos de la institución de la Eucaristía y que repetimos cada vez que celebramos. Comparte otras características: sucede dentro de una comunidad, es la transformación de humildes elementos en lo que nos satisface, y es un signo de tus dones abundantes. El regalo eucarístico es inmensamente mayor, es tu cuerpo y sangre.

Nos quedamos admirados frente a este gran regalo y pedimos la gracia de ser agradecidos y de entrar más profundamente en este gran misterio. Todos comieron y quedaron satisfechos, recogieron lo que había sobrado en doce canastos llenos, mucho más de lo que había al principio. Esto nos recuerda la abundancia del vino en las bodas de Caná, y tus regalos conmigo, con los demás, siempre nos superas en generosidad.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta.  Amén.  PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.