Una Palabra Oportuna No. 1950

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Tips para discernir la realidad. Lunes 08 de agosto de 2022.

Por Antonio Pérez Esclarín.

La importancia de un buen docente

Pretender una buena educación sin los docentes es una ilusión. Todos los estudios indican que en ello reside la clave de la calidad de la educación. Tener un buen maestro, maestra o profesor es la principal lotería que le puede tocar a un grupo de niños, niñas o jóvenes en la vida. Así como tener un mal educador es una desgracia.

Cuando la profesión docente se hace atractiva, y los mejores estudiantes se inscriben en ella, cuando son reconocidos y remunerados adecuadamente, de acuerdo a la importancia de su labor, la calidad de la educación sube. Cuando los docentes son maltratados, menos valorados o engañados, la educación apenas sobrevive o colapsa.

Junto a la debida valoración y una justa remuneración, hay que crear una nueva cultura educativa en los docentes que cultive la dignidad y el orgullo de su profesión, y la motivación de su vocación a construir la sociedad del futuro. Los educadores deben concebirse no como meros dadores de clases o impartidores de conocimientos, sino como los constructores de una nueva humanidad.

Educar es humanizar, es formar la cabeza, el corazón y el espíritu, pues la educación es para enriquecer personas en el aspecto humano, social y espiritual.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.