Una Palabra Oportuna No. 1976

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Oración de la noche. Domingo 21 de agosto de 2022.

Por José Francisco Aranguren, SJ.

Señor, hoy tu palabra me ha hablado de la puerta angosta. Aquella por la que muchos tratarán de entrar y no podrán. No quiero ser, Padre bueno, de los que te piden que le abras sino de los que han comenzado a vivir la vida eterna ya desde aquí, los que reconocen tu reinado y viven ya en esas coordenadas. Quiero, Padre del cielo, adorarte en mi cotidianidad permeada por los vaivenes del día a día. Encontrarte allí en donde estoy, haciendo lo que he de hacer. Dame esa gracia, te la pido en unos segundos de silencio.

Señor, yo quiero encontrarme contigo en la conversación espiritual y reposada con los que me rodean. Quiero ser el promotor de ese tipo de conversas y que al hacerlo acerque a personas a ti o al menos les deje el gusanito de entrar en su interioridad, allí donde habitan las preguntas y la posibilidad de sus respuestas concretas y sencillas. Señor, te pido tu fuerza para esto. Dámela.

Por último, te encomiendo esta semana que está por iniciar, que me pueda guiar por tu evangelio, por la gracia que recorre mis sentidos y mueve las teclas de mi corazón.

Dame tu amor y tu gracia que eso me basta.

Amén.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.