Oración de la mañana. Miércoles 28 de septiembre de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza
Señor Jesús, al iniciar la oración, atentos y en silencio escuchamos tu palabra: “El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Un llamado y alerta a revisar nuestra vida sobre el vacío de cosas materiales. Qué bueno poder decirte que las cosas de este mundo: ni la fama, ni el poder, ni el dinero me interesan. Solo me importas Tú… Entramos en la escena…“mientras vas de camino a Jerusalén, te encuentras con algunos hombres, probablemente jóvenes, que prometen seguirte dondequiera que vayas”.
Ante su iniciativa te muestras muy exigente, advirtiéndoles que no tienes una morada estable, y que quien elige trabajar contigo en el campo de Dios ya no puede dar marcha atrás. A otro le invitas a seguirte, pidiéndole un corte radical con los vínculos familiares. Estas exigencias parecen demasiado duras, en realidad expresan la novedad y la prioridad absoluta del Reino de Dios, que se hace presente en ti.
La radicalidad al Amor de Dios, que eres el primero en obedecer. Quien renuncia a todo, incluso a sí mismo, para seguirte, entra en una nueva dimensión de la libertad; “caminar según el Espíritu”; ser libres porque nos has liberado. Nueva forma de libertad: estar los unos al servicio de los otros. Libertad y amor coinciden.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
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