Espiritualidad. Viernes 14 de octubre de 2022.
Por Antonio Pérez Esclarín.
La mirada contemplativa
Hoy esclavizados al televisor y a los aparatos electrónicos nos estamos volviendo incapaces de contemplar la belleza del universo y el milagro que es todo. De ahí la necesidad de recuperar una mirada contemplativa. Todo en el mundo es revelación de Dios. Todo vocea su presencia.
En cada sonido está el eco de su voz, en cada color un destello de su mirada. Todo es revelación, pero no sabemos mirar. La mirada contemplativa nos permitirá descubrirlo jugando con los hijos y si levantamos la mirada podremos verlo caminar con la nube, desplegar su fuerza en el rayo y descender mansamente con la lluvia.
Lo podremos contemplar en la canción del agua, en la súplica del mendigo, en la fatiga del obrero, en la sonrisa del niño. Lo podemos contemplar sonriendo en las flores y agitando con la brisa las hojas de los árboles.
Cuentan, que Ignacio de Loyola cuando paseaba por el jardín de su residencia iba acariciando las flores con su bastón de anciano y les decía “callen, callen, que ya les escucho”, pues sentía que aquellas le hablaban de la bondad y belleza de Dios.