Oración de la mañana. Domingo 30 de octubre de 2022.
Por Mireya Escalante.
Un encuentro trasformador (Lucas 19, 1-10)
Hoy vale la pena meterse en la lectura para descubrir qué nos dice a cada uno.
Imaginemos a Zaqueo, un recaudador de impuestos que era rico, hoy lo pudiéramos comparar con muchos funcionarios que han hecho dinero aprovechándose de su poder.
Seguro que nadie lo querría, algunos lo tolerarían, por ser rico. Además, ¡era bajito! No es difícil imaginarse a ese personaje, sin amistades y un poco acomplejado.
Pero era curioso. Tenía la curiosidad de conocer a Jesús. No sería la primera vez que oiría de Él, algo le había llamado la atención.
Y siguió su corazón…, puso los medios para lograr un encuentro y Jesús le dijo: tengo que hospedarme en tu casa.
Zaqueo conoció la felicidad, la que no le había dado su posición ni dinero. La felicidad del encuentro con el Señor, encuentro que transforma, que le hace decir que da la mitad de sus bienes a los pobres y mucho más a los que hubiera defraudado.
Jesús también sonrió de alegría, porque Él vino a buscar y salvar lo perdido.
¿Estamos poniendo los medios para encontrarnos con Jesús? ¿Qué nos daría alegría ofrecerle?
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