Espiritualidad. Lunes 28 de noviembre de 2022.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Adviento tiempo de esperanza
Estamos ya en Adviento, esperando la llegada de Jesús, la razón e impulso de nuestra alegría y esperanza. No son tiempos de claudicación, de pesimismo, de tristeza, ¡arriba los corazones! Son tiempos de creer, de esperar y de comprometerse. La esperanza es sostén y fuerza para seguir adelante sin que nos agobien los problemas y las dificultades. A pesar de la situación Jesús, el libertador, el poeta de la misericordia y el perdón, el amigo de los pobres y menesterosos, enemigo de toda dominación, engaño y opresión viene, sigue viniendo.
Viene sencillo y humilde, sin lujos ni boato, pobre entre los pobres, con el único poder de servicio. Viene con un mensaje de amor y de paz. Viene a robustecer nuestra fe y llenarnos de alegría. Viene a mostrarnos que la verdadera grandeza está en lo sencillo, en lo humilde, en lo pequeño. Viene a enseñarnos que toda palabra auténtica nace del silencio, y que solo es verdadera si es caricia, aliento, puente.
Esperarlo en Adviento y luego recibirlo en Navidad, es comprometerse a construir con Él una Venezuela en la que nadie pase hambre, muera por falta de medicinas o tenga que marcharse porque no encuentra aquí posibilidades de vida digna.
C