Una Palabra Oportuna No. 2250

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Actitudes. Miércoles 04 de enero de 2022.

Por Antonio Pérez Esclarín.

Cultivar nuestro mundo interior

El comienzo de un nuevo año debe ser una ocasión propicia para reencontrarnos con nosotros mismos y revisar nuestro caminar. Necesitamos hacer un alto en el camino para conectar con nosotros mismos y no permitir que la prisa y agite haga que nos desconectemos de nuestro yo, que perdamos la perspectiva y descuidemos el cultivo de nuestro mundo interior.

Hoy todo nos invita a vivir desde fuera, presionados para movernos con prisas sin apenas detenernos a reflexionar. Necesitamos potenciar una mirada profunda que se sumerge en lo hondo y permite el análisis de lo que está sucediendo y de lo que nos está sucediendo. La interioridad supone recuperar el propio misterio humano, el asombro de la existencia, la necesidad de agarrar las riendas de la vida sin permitir que otros nos la vivan.

No es aislamiento, sino el viaje hacia uno mismo, para salir de sí mismo al encuentro fecundo con los demás. La interioridad es el lugar de las preguntas y los encuentros, de las dudas y las certezas. Lo propio del ser humano es hacerse preguntas esenciales, y enfrentarlas con sinceridad y responsabilidad.

Sócrates decía que no merecía la pena una vida sin preguntas,  pero hoy la mayoría de las personas le tiene pavor a enfrentar el misterio de la existencia y asumir la vida como pregunta y como proyecto.

 ¿Quién soy?  ¿Qué hago en esta vida? ¿Para qué vivo? ¿Cómo me imagino realizado y feliz? ¿En qué debo cambiar y mejorar en este nuevo año?

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.