Espiritualidad viernes 31 de marzo de 2023
Por: Antonio Pérez Esclarín
Entrega y servicio
Se acerca la semana santa y aunque aprovechemos esos días para descansar y relajarnos de tantos problemas y penalidades, deberíamos apartar algún tiempo para asomarnos con calma a la hondura del amor y la entrega de Jesús que llevó hasta las últimas consecuencias su proyecto de construir un mundo de justicia y fraternidad.
En la semana santa celebramos que Jesús refrendó con su propia sangre y su perdón sus enseñanzas esenciales.
La vida se salva cuando se entrega, cuando se dedica no a competir, dominar o ganar a cualquier precio sino ayudar, compartir, servir.
La grandeza de una vida se mide, en último término, no por los conocimientos que uno posee ni por los títulos, riquezas o cargos o poder que ha acumulado. Ni por el prestigio o éxito social. Sino por la capacidad de ayudar a los demás, por la disposición de gastar la vida, incluso entregarla, para que todos tengan vida y la tengan en abundancia.
En nuestro mundo, lo importante es triunfar sin importar cómo. Para Jesús lo importante es servir.
En nuestro mundo, es primero el que más tiene: poder, título, dinero. Para Jesús, es primero el que más sirve con lo que tiene.
Semana Santa, tiempo para convertirnos a los valores contraculturales de Jesús.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos