Oración de la noche. Sábado 23 de mayo de 2020.
Por Javier Fuenmayor SJ.
Dispongo mi espíritu para culminar el día renovando la presencia amorosa del Señor: Creo en Ti, espero en Ti, te amo con todas mis fuerzas. Gloria a ti, Señor.
Un día más de vida que tu misericordia me concede. Gracias, Señor, Dios de la vida y del amor.
Traigo a la memoria todo lo vivido hoy y contemplo desde los ojos de la fe: ¿En qué momentos has estado más presente? ¿Cuál es la principal invitación que realizas para mi vida?
Confiado en las palabras de Jesús: “Cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá”. Te pido Señor la gracia de ser dócil al Espíritu de vida.
Te pido perdón por todos mis pecados. Me arrepiento de haber ofendido a un Dios tan bueno. Quiero ser mejor cada día.
Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios, sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones, inunda mi ser de silencio y serenidad. Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego confiado al sueño, como un niño que duerme feliz en tus brazos. En tu nombre, Señor, descansaré tranquilo. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.