Oración de la noche. Martes 2 de junio de 2020.
Por Javier Fuenmayor SJ.
Culmino mi día acercándome con confianza y fe al Padre Bueno de los cielos. Respiro con suavidad y suelto toda tensión corporal: Señor, en tus manos descansa mi vida.
Gratitud infinita hacia ti, Señor, por ser tan bueno conmigo.
Bajo la mirada de amor del Padre, me pregunto al corazón: ¿Cómo me sentí durante este día? ¿Qué sentimientos quedan en mí al terminar este día? ¿Qué descubrí de mí y qué vi que Dios me comunicó con claridad?
Escoge una “palabra clave” con la que puedes resumir lo vivido hoy.
Renuevo tu misericordia. Tu perdón me impulsa a comenzar de nuevo cada mañana.
“Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta”. (Santa Teresa de Jesús). Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.