Espiritualidad. Sábado 20 de junio de 2020.
Por Mireya Escalante.
Aprender a procesar la realidad
La lectura de hoy, es por muchas conocidas, relata cuando Jesús a los doce años, se pierde de sus padres para quedarse discutiendo en el templo con los maestros de la ley. Cuando lo encontraron reaccionó como lo haría un adolescente, pero me quedo con la última frase, cuando María, no entendiendo la respuesta que le da su hijo, como dice el texto, la conservaba en su corazón.
María nos enseña un camino que vale la pena transitar y más en estos momentos que, por un lado tenemos una situación especial, tal vez un poco más tiempo para la reflexión y por el otro, la preocupación que nos produce mirar a nuestro alrededor.
Necesitamos buscar esa palabra viva, que nos transforme, que nos dé una guía para caminar en estos momentos turbulentos y angustiantes. Al igual que María, si no la entendemos, si nos sorprenden sus paradojas, guardémosla en el corazón, allí en lo más íntimo de nosotros donde está el Espíritu, que él nos irá iluminando.
María, maestra, ayúdanos a que la Palabra fructifique en nuestros corazones y se transforme en obras.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.