Oración de la noche. Miércoles 01 de julio de 2020
Por Javier. A. Fuenmayor, SJ.
Aquí vengo con el corazón y la vida vivida para presentarla ante el Padre bueno. Sereno mi espíritu: “Aquí estoy, Señor”. Respiro con tranquilidad. Renuevo la experiencia de su amor incondicional.
Mi gratitud hacia ti es muy grande, Señor, por todo lo que me has regalado en este día. Gracias por tanta misericordia.
Contemplo el día vivido. Cuántas experiencias. En medio de todas ellas puedo percibir tu presencia. Siempre invitas a crecer en libertad y disposición para dejarme llevar por el Espíritu de vida. Quiero que tu voz sea mi guía. Ayúdame.
Quiero que tu misericordia purifique mis pensamientos, acciones y operaciones más profundas. Sanes mis heridas y la reconciliación inunde mi ser.
Jesús, “dame, sobre todo, el ‘sensus Christi’…: que yo pueda sentir con tus sentimientos, los sentimientos de tu corazón con que amabas al Padre y a los hombres”. (P. Pedro Arrupe, SJ). Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.