Espiritualidad. Lunes 06 de julio de 2020.
Por Antonio Pérez Esclarin.
Necesitamos orar
Para robustecer nuestra fe y nuestro compromiso, en los días tan difíciles e inciertos que vivimos, necesitamos orar mucho, orar para hacernos más humanos, para escuchar honestamente a Dios, para estar más atentos a quienes necesitan nuestra ayuda o amistad.
Orar para no desalentarnos ante los problemas y conflictos, para reavivar la esperanza, para fortalecer la debilidad y permanecer firmes en el seguimiento de Jesús.
Orar para iniciar el día de manera más confiada, agradecida y creadora, y avivar nuestra decisión de vivir sirviendo a los demás
Necesitamos orar para avivar el amor, si Dios es amor, solo se puede llegar a Él por el corazón. El amor busca la fidelidad, la permanencia en el amor, por ello, hay que alimentarlo continuamente.
La oración es el alimento del amor, es un encuentro de amistad con Dios, en consecuencia, no consiste en pensar mucho o recitar mucho, sino en amar mucho y en servir mucho,.
Si la oración no lleva al compromiso, si no alimenta las ganas de vivir de otro modo, en vez de hacer un diálogo con Dios, es un monólogo narcisista con uno mismo.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.